Resumen
Hace mucho tiempo hablaba con un compañero de la facultad de filosofía acerca
de una idea que yo tenía sobre la evolución. La parte más relevante de esa plática
para este trabajo es la comprensión que tenía de cómo funciona la evolución, a
saber, como si fuera progresiva.
Le comentaba a mi amigo que la evolución iba perfeccionando algunas
características que teníamos, como el desarrollo del cerebro, lo cual
desencadenaba comportamientos específicos en relación con esas mejoras. Por
ejemplo, que tanto nosotros como especie humana y los delfines, criaturas de gran
inteligencia, somos criaturas que buscan realizar actos sexuales por puro gusto en
lugar de únicamente por razones de supervivencia. Es por esto que, según yo,
mientras más evoluciona una especie, más libertad de acciones adquiere porque
ya no tienen que comportarse únicamente siguiendo su instinto.