Resumen
Desde que empecé a estudiar filosofía, todas las preguntas que he escuchado acerca de cuál o qué es mejor se volvieron muy confusas.
Pesando en ejemplos como “¿Cuál es el mejor superhéroe?”, “¿Cuál es el mejor género de música?”, “¿Cuál es la mejor de las trilogías de ‘Star Wars’?”, etc., me encontraba con que las incógnitas en sí mismas me parecían muy ambiguas.